Ya en el siguiente capítulo 61.2, el autor nos deja claro los días y noches que Sancho y Don Quijote permanecieron con el bandolero, y lo que Don quijote admiraba el "quehacer" de dicho personaje. Llegando a la ciudad se encuentra con un recibimiento admirable ¿será una forma de validar la obra frente a la de Avellaneda?... pero no todo iba a ser alegría, una broma de los mozalbetes acercando ortigas a las posaderas de los equinos hacen que nuestros amigos den con sus huesos por el suelo ¿como no? si no fuese así no podría continuar el carácter cómico de la obra que nos trae a encontrarnos los jueves.
Por lo que he podido leer, en el tiempo en que es escrita esta parte, el Quijote es ya muy leído en España y goza de cierta fama... es extraño, pues en este país la fama le llega a uno cuando está tres metros bajo tierra... pero don Miguel es un cúmulo de sorpresas.
Buscando en la red, encontré esta imagen correspondiente a un cómic que no conocía, que es de Miguelanxo Prado, en el que vemos a un Quijote algo mosca y a un Cervantes exultante; del mismo modo os dejo otro enlace en el que podemos observar que otro grupo de blogueros dedicaron algún tiempo a disertar sobre el Quijote (creo que son estudiantes) al igual que nosotros lo hacemos ahora, lástima no haber contactado con ellos... hubiésemos enriquecido mucho más esta lectura; echad un vistazo no tiene desperdicio: POQUITO A POCO CONOCIENDO EL QUIJOTE
Por lo que he podido leer, en el tiempo en que es escrita esta parte, el Quijote es ya muy leído en España y goza de cierta fama... es extraño, pues en este país la fama le llega a uno cuando está tres metros bajo tierra... pero don Miguel es un cúmulo de sorpresas.
Buscando en la red, encontré esta imagen correspondiente a un cómic que no conocía, que es de Miguelanxo Prado, en el que vemos a un Quijote algo mosca y a un Cervantes exultante; del mismo modo os dejo otro enlace en el que podemos observar que otro grupo de blogueros dedicaron algún tiempo a disertar sobre el Quijote (creo que son estudiantes) al igual que nosotros lo hacemos ahora, lástima no haber contactado con ellos... hubiésemos enriquecido mucho más esta lectura; echad un vistazo no tiene desperdicio: POQUITO A POCO CONOCIENDO EL QUIJOTE
7 comentarios:
DQ ve en Roque un congénere, otro caballero andante del mundo real, fuera de su ensoñación, no exento de mala intención: las burlas son monopolio de su bando.
Un abrazo.
Genial esa imagen de Cervantes y DQ en las Ramblas observando a sus imitadores mientras Sancho intenta evitar que su burro se coma las flores.
Un beso
Buen análisis, pero permíteme que te felicite por el hallazgo del cómic, que no conocía: sólo la imagen que publicas demuestra que el autor ha leído bien el Quijote. Voy a buscarlo, gracias.
La cara de cabreo de don Quijote es e antología. No le gustan sus imitadores, nunca le han gustado.
¡Y ese Sancho impidiendo que el rucio se coma las flores de la Rambla! Buenísima la imagen.
Ese blog que dices hace mucho que no lo han actualizado, es una lástima. De todas maneras, yo siempre digo, y tal vez me equivoque, que para leer el Quijote hay que ser un poquito mayor.
Un abrazo, nos queda poca tela que cortar. ¡Ay, noviembre!
MANOLO:
Pues, tal como refieres, don Quijote y por extensión Cervantes admiran el “quehacer” de Roque.
Ya sabemos el halo de romanticismo que rodea la vida y leyenda de los bandoleros.
Travesura la de los muchachos estos catalanes que acaba con don Quijote y Sancho por el suelo, pero los equinos de camino también maltratados. ¿Leíste en el “feisbú” que el jefe ya piensa en comilona en Madrid para final de año?. Guardaré los cangrejos del Salao para mirindárnoslos en la Corte....iremos ayunando para darnos una buena zampada de tó, malegro que aún goces de los caracoles, afortunado. Saludos.
mucha gente desconoce la relación entre El Quijote y Barcelona. un abrazo.
Tucci, muy interesante el blog de Marta Puquet que escribe sobre Quijo y es...¡catalana! Sí, seguro, que le hubiese encantado unirse a nuestro grupo. Quizás aún estemos a tiempo de invitarla. Le dejo a la discreción de nuestro profe. Besotes, M.
Publicar un comentario