HOMENAJE A "EL QUIJOTE"

jueves, 16 de julio de 2009

EL QUIJOTE y los oficios de la Corte


"Sin duda Alonso Quijano estaría harto de mirar al techo de su habitación"

Grupo de lectura de El Quijote

En el capítulo VI, ¡Ay la buena del Ama! que no cesa en su intento de convencer a Don Alonso para que no tiente a la suerte con una tercera salida; ni siquiera consigue persuadirle para que se convierta en caballero cortesano... y es que al de la Triste Figura, le va la marcha. Ni la sobrina en su intentona de hacerle ver la realidad lo consigue.

Observo la presencia de Cervantes en la obra, la verdad es que nunca desapareció, se personifica y deja constancia de hombre de armas que fue y de letras que se convierte. Y para finalizar... el que faltaba para juntar los cinco céntimos...Sancho, que como decimos por aquí viene a poner "palitos en candela".

Cuando comentaba en otras entradas los empleos y oficios de las clases sociales, hice mención a algunos trabajos, pero no aludí o si lo hice fue de paso, que en la época que comentamos el peso de la economía la llevaban determinados grupos sociales; y teniendo en cuenta que ni la nobleza, ni la iglesia pagaban impuestos podemos imaginar quienes eran los "castigados": burgueses y clases rurales, que con su trabajo mantenían al resto de la sociedad. ¿Ha cambiado mucho la situación?

Tanto campesinos como burgueses al no estar en posesión de un título de hidalguía habían de pagar impuestos a la corona, o sea al Rey; y encima los campesinos debían de dar unas altas tasas al noble de turno por el arrendamiento de las tierras que cultivaban.

En el pasaje en el que el Ama menciona a el hecho de trabajar en la corte como caballero, se me ocurre a hacer referencia como anécdota algunos oficios de la Corte, que por su singularidad resultan curiosos:

Bufón: este personaje solía recibir un buen sueldo y se dedicaba a hacer reir al Rey o a la Reina. Le estaba permitido hacer comentarios y decir verdades que ni siquiera a los nobles más cercanos a la realeza se les consentía.

Meninos o meninas: eran fundamentalmente niños con alguna discapacidad física o mental, que servían - cruelmente - de entretenimiento a los príncipes.

Damas de honor: pertenecientes a la más alta nobleza, tenían un cometido muy concreto: vestir a la Reina, peinarla e incluso ser confidente.

Aposentador Mayor: era el intendente de la corte o sea el administrador, solía ser de mucha confianza para el Rey.

Mayordomo Mayor: era el criado de mayor confianza de los reyes, y que por lo tanto dirigía al resto de mayordomos o criados: al escanciador, al repostero, al cocinero....

Junto a ellos había una serie de empleos u oficios menores controlados por otros mayordomos: jardineros, limpiadores, armeros, personal de caballerizas....de los que dependían otros trabajadores.

Otro día dedicaré unos renglones a contar otros oficios, que no caben aquí.


Entrada rogramada

13 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Bien visto todo el asunto del capítulo, la forma en la que Cervantes vuelca sus experiencias y el enlace con los trabajos de la Corte. Observaremos cómo esta crítica al mundo cortesano crecerá en la novela, así que nos vendrá bien esta aportación tuya. Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Super interesante tu post quijotesco, querido Tucci. Muy informativo y didáctico. De haber vivido en esa época seguro que yo hubiera sido una "bufona"... Besotes, M.

matrioska_verde dijo...

¡que crueles podían llegar a ser en aquella época!

los meninos... sólo de pensarlo se me revuelven las tripas.

en fin... hoy también tenemos muchas cosas malas ¿verdad?, también seguimos siendo crueles.

biquiños,

Unknown dijo...

Aunque suene a chiste siempre me ha gustado la profesión de escanciador. Olvidada hoy en día y que tantas alegrías proporciono en su momento.
Haces un excelente aporte con esos datos tan peculiares de una época que no deberíamos nunca enviar al ostracismo, puesto que mucho de lo que hoy es actualidad, deriva de acciones creadas en esos años.
Un abrazo amigo.

Alatriste dijo...

Como anécdota decir que el gran Duque de Alba fue nombrado mayordomo mayor del todavía príncipe Felipe, lo que significaba que podía acudir a todos los actos oficiales y religiosos a los que acudiera éste, además decidía el orden de las visitas y las audiencias del príncipe.

En definitiva se convertía en la mano derecha de sus señor, y con una gran influencia en la corte.

Calle Quimera dijo...

La presencia de Cervantes en la obra es constante; sus años de recaudador de impuestos para la Armada Invencible le sirvieron para conocer la cara y la cruz del territorio español, la cantidad de mesones donde recaló le permitió conocer a gente de todo pelaje, así pues no es de extrañar que los diferentes oficios estuvieran retratados con acierto por su pluma.

Interesante entrada...

Besos.

Anónimo dijo...

Se sabía de memoria todos los agujeros y rotos de las tablas del techo. Muy ilustrativa de un techo de la época la foto, pero yo venía a ver el cromo que tocaba...
Mucho personal para mantener me parece a mí. No me extraña que estuvieran arruinados. Menos mal que tenían los esclavos que no había que pagarle... pancho

Merche Pallarés dijo...

Eres el único de mis andaluces queridos que no has hecho comentario en mi último post... Besotes, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

cAROLUS: gracias, pero no tengo tiempo para eso.

Pedro: sumamos uno más... cada vez aprendo algo.

Merche: me lo imagino..siempre divertida (ya pase por tu flamenco)

Jam: querido amigo, la historia es un continuo ir y venir...se repite...y por lo que vemos tampoco hemos evolucionado tanto.

Alatriste: los mayordomos con frecuencia se convertian en grandes y poderosos manipuladores.

Calle Quimera: sin duda su relación con la gente de la calle le hace conocedor de los entresijos de la sociedad

Pancho: amigo, es que no tenía el cromo del capítulo, pero si tenía ese techo que es una delicia.


un abrazo amigos, siento no poder pasar con frecuencia, pero estoy fuera de casa e internet está limitado...solo alguna incursión con el movil

Antonio Aguilera dijo...

Pues yo coincido con Merche, me hubiera molado ser bufòn: te rìes, se rìen (o te cortan el cuello), y además de poder hacer cr´ticas sin que se enteren (si uno fuera inteligente), encima te pagan por ello.

Sorprendente, Manolo, cómo tienes un recurso histórico-didáctico para cada post.

En lo de las vigas, reitero lo de Pancho; es que cuando llega uno tarde está ya todo dicho.....

Disfruta del verano

Clara dijo...

Como siempre, muy enriquecedores tus comentarios.

En cuanto a los oficios de la corte... poco se ha evolucionado hasta nuestros días.

Un abrazo,

Myriam dijo...

Muy interesante todo ésto de los distintos oficios de la corte! Gracias !!!!

Teresa dijo...

A veces yo también veo techos así de aburridos...

Qué crueldad lo de las meninas...

Su comportamiento, su trato vejatorio al inferior, la explotación al campesino, su opulencia a costa de la pobreza de sus vasallos... eran totalmente abominables...