
en la celebración el Centenario del Quijote en Peligros Granada. (Haz clic)
Mira por donde, me esperaba algo muy distinto a lo que se trata este capítulo XXI, pensaba que se trataría e una nueva tragedia de mal de amores, pero nunca una burla entramada por ambos casamenteros para deshacerse de Camacho. No sé si se tratará ó no de una crítica a los matrimonios pactados, de conveniencia... pero lo que si tengo claro es que si un episodio de esta índole se hubiese producido en la época, no solo hubiese corrido la sangre falsa de Basilio.
Y es que en la época que se desenvuelve esta obra, y en los medios más adinerados el matrimonio no era sino una transacción económica o social decidida por el "hombre"de la familia.
Por regla general el marido era elegido entre los poseedores de grandes fortunas -y de esta forma asegurar el porvenir de la hija- . En demasiadas ocasiones, ocurría como en el caso de Quiteria y el rico Camacho, que no importaba la diferencia de edad entre ambos conyugues. La mujer poco podía decir y menos dar su opinión. Ante esta situación los Ilustrados criticaban estas situaciones, pues aunque consideraban que la mujer no ocupaba un igual lugar que el hombre en el "status social" y debía estar sometida a las órdenes de éste, siempre defendieron el matrimonio por amor y no el de conveniencia.
En las clases sociales más populares, la mujer era más libre para contraer matrimonio, solo pretendía una estabilidad sentimental y económica. Además ella era la encargada de administrar los dineros para que siempre hubiese lo suficiente para comer. El hombre también tenía sus deberes: no engañar a la mujer, conseguir lo suficiente para mantener a la familia y no ser excesivamente duro con la esposa.
En suma la mujer de las clases más populares era bastante más libre que las de alta alcurnia... hace algún tiempo también hablamos del matrimonio aquí.
Terminaré esta breve aportación descubriendo este lugar que sin duda es muy curioso, es impresionante la huella de Cervantes, pulsa la imagen de más abajo. Estas son los vestigios que te hacen la obra más veraz.

Normalmente ilustro con los cromos de dominio, esta vez o hice con unas imágenes que encontré rastreando la red, si alguien pensase que las debo de retirar, que me lo avise.