HOMENAJE A "EL QUIJOTE"

viernes, 23 de octubre de 2009

EL QUIJOTE y el condumio de Camacho

Grupo de lectura de EL Quijote

Si el anterior capítulo fue un puro trámite, este número 20 no tiene desperdicio...y si no, que se lo digan a Sancho... con el inicio poético (blanca aurora, líquidas perlas, cabellos de oro) y alguna que otra estrofa que divisé al buscar el presente apartado, me creía que sería un pasaje lírico.... y nada más lejos...ha sido toda una muestra gastronómica, de la que ya daré cuenta...

"los quesos, puestos como ladrillos enrejados".... las paletillas en formación militar...seguro que hubiesen hecho las delicias de Sancho...son má jugosas...


Es curioso lo que puede cambiar uno con la "panza llena"...así mientras Don Quijote comenta de Sancho, como si de un chiquillo durmiendo se tratase, las pocas preocupaciones que puede tener... el segundo se despierta no por las palabras, si no por el "tufillo" del condumio... Y mira por donde el que apoyaba a Basilio ahora tiene en aprecio al rico Camacho y viceversa...


"espumad una gallina o dos , y buen provecho os hagan."

Y desde luego el banquete no iba a estar nada mal... el pasaje podríamos resumirlo con un refrán: Entre dos que bien se quieren, con uno que coma basta, porque nuestro amigo Sancho con tanta gallina y capón espumados...se va a poner hasta las cejas...y solo para desayunar...vamos para abrir apetito.



Quedaría así la vajilla tras el condumio????




La sociedad del Siglo de Oro fue una sociedad de contrastes, unos se ponían hasta más allá y otros pasaban hambre y en cantidad. Sea como fuere, al lado de la nobleza se creó una magnífica cocina, llena de suculentas recetas (se pusieron las bases para lo que sería la riqueza gastronómica en España); enfrente se encontraban los desarrapados, los pícaros, los holgazanes conocidos como sopistas, gallofos...en suma los que pasaban hambre.

Una boda era la excusa perfecta para hacer un banquete, por supuesto, pero es que en la época de la que hablamos cualquier pretexto era bueno para hacer un banquete: tras una pelea y su reconciliación, si se iba a ahorcar a alguien al dia siguiente...

Los hidalgos pobres como nuestro Don Quijote, solían pasar bastante hambre, tanta que comían una vez al día y muchas de las veces por obra y gracia de la comida que repartian en los conventos.... sin embargo los del convento comían de lo lindo y bebían vinillos de reserva...

Bueno el tema puramente gastronómico me lo guardo para el próximo...

Fotos: rememorando las bodas de Camacho

17 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es cierto: y hasta poco. Hay tantos testimonios de cómo algunos comían hasta hartarse mientras otros tomaban las migas. Un acierto de entrada. Y magníficamente ilustrada.

Unknown dijo...

Esa foto de los jamones, amigo me ha llegado al alma. Si pillara uno saldría corriendo como alma que lleva el mismísimo diablo, buscando un rincón donde jartarme tanto de hambre “jamonera” como de aroma que al cerrar los ojos... huelo a Jabugo, a buen serrano o simplemente paletilla de Teruel que tampoco son mancos.
Gran entrada. Y espero sentado la de la próxima semana.
Un abrazo
En cuanto a lo de las imágenes que me preguntas, te aseguro que son fruto de su encuentro conmigo.
Hace dos semanas, entré en una asociación cultural para hacer una foto desde un ventanal desde donde se veía una buena vista del puerto de Valparaíso y me encontré con una exposición de maquetas navales. Entre las cuales, su autor había expuesto el quijote de hojalata. ¿Casualidad? No tengo ni idea que diablos hacia entre tanta proa y tanto velamen expuesto.
La de esta semana, (Enzo) pues casi igual. Fui a ver una sala de exposición donde expondré unas fotos en enero y coincidió que hacían una muestra de arte en la misma. Allí me encontré la obra de Enzo. ¿Más casualidad?

Merche Pallarés dijo...

Estupendas las fotos y tu comentario, querido Tucci. Como JAN, espero el siguiente sentada con cubiertos y servilleta. Besotes, M.

pancho dijo...

No hay musa que se resista ante tamaño despliegue culinario. La inspiración lírica necesariamente tiene que venir de la mano de una buena mesa. Después de bien comido y bebido se relajan las tensiones, se allanan los caminos, se empequeñecen los obstáculos y llegan a los acuerdos.

Tu cromo nos muestra un DQ envidioso del sosiego que envuelve a S, imprescindible para el sueño profundo, no importa que sea al raso.

Un abrazo.

Martine dijo...

La lírica con la gastronomía reñida no está.. te ha permitido regalarnos la vista( por desgracia olfato y gusto aun siguen ausentes en la Red)con estos manjares, en los cuales, nos consta, has dado tus buenos bocados...

¡Que aproveche,Maese Manuel!

Antonio Aguilera dijo...

Manolo:
Con el Jambre que yo traìa, y los manjares que te montas...
Vaya ristra de jamones, què estàn en tu despensa??. Afortunado de tí, y de los tuyos. Qué buenos maimones salen de ahí.
Sabes lo que son maimones??.

Estoy apartado del Quijote como sabes, pero como olí el olorcillo desde mi revulsivo, me vine por si pillaba una lonchilla..

Entonces lo de venir por Priego, difícil no??.

Te recuerdo que los cangrejos del Rio Salao aún te esperan.

Un abrazo

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Estos posts sobre "El Quijote" son una fuente de conocimiento incalculable. Un abrazo

Alatriste dijo...

Y con esa imagen de los jamones también me están entrando ganas de ponerme hasta más allá; esta tarde ya sé que voy a merendar Manuel ;D

Sugerente entrada.

Malena dijo...

No ha cambiado tanto la historia, Tucci. Unos comen excelentes exquisiteces mientros otros estiran el monedero para poder comer decentemente.

Buenas y "suculentas" fotografías.

Mil besos y mil rosas.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Me ha encantado esta entrada. Estoy con Pedro Ojeda.

Un abrazo, querido Manuel (y disculpa el retraso).

matrioska_verde dijo...

todavía no he leído el capítulo pero veo que no tiene desperdicio... Sancho al fin se pondrá las botas y con lo que le gusta a él la buena comida, que él no es tan espiritual como su amo.

biquiños

estupendas fotos, muy ilustrativas.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Pedro: hoy ocurre algo similar...las imágenes, jaja...esta vez no las tenía y salíe lvirnes tarde a cazarlas...

Jam: es impresionante la suerte que tienes, y más impresiona lo que Cervantes ha desatado con su obra...celebro haber despertado tus recuerdos gastronómicos...

Merche: muevete un poco que falta una semana...veamos que se me ocurre...

Pancho: con la barriga llena se piensa mejor...eso es fijo..

Selma: los jamones siguen allí..lo que huelga son el contenido de los platos del restaurante que visitamos el viernes noche...todo con premeditación y alevosía...

Antonio: la ristra de jamones...en el carrefur..siguen...jaja; los maimones no se...en mi pueblo a la sopa de ajo se la denominaba asi...pero ya me contarás...

Fernando: me alegro que asi lo veas...

Malena: si que hac ambiado poco, la historia aunque avanza...no cambia ....

cornelivs: disculapado..los fines de semana son para otras cosas..dame un toque cuando te encuentres con el "probe" de priego...

Aldabra: pues leela tras la cena..que si no....

Un saludo

Pilar_Cordoba dijo...

No sólo en el Siglo de Oro pasaba eso, en el XXI todavía hay gente que pasa mucha hambre...
Genial entrada.
Un saludo.

Abejita de la Vega dijo...

En el mal llamado siglo de Oro, ni era siglo ni era de oro, el hambre era bestial. alguno moriría tras una comilona así, falta de costumbre...
Mira que mentarle el Carrefour al probe. Foto del encuentro, esperamos.
Abrazos

Teresa dijo...

Estas explicaciones del Quijote me encantan. Los sopistas (muy interesante el enlace) y los gallofos.
¿Recuerdas el gallifante que daban de regalo en un programa?

Estos contrastes siguen tan actuales como entonces.

La cultura gastronómica también se depositaría en los guisos de pastores y artesanos ¿no? (Ternasco)

Myriam dijo...

Tu entrada está tan bien ilustrada que se me hace agua la boca..... y leyendo ni te digo....

Y que Dios me perdone..... ay... como me gusta el jamón cerrano... y estos colgaditos se ven...........
EXQUICIIIIIIIIIIIITOOOOOSSSSSSSSS!

Por cierto y ya lo he dicho cientos d eveces... la gastronomía española es.... para rechuparse los dedos!

Besos

Myriam dijo...

Serrano, digo