HOMENAJE A "EL QUIJOTE"

viernes, 2 de octubre de 2009

EL QUIJOTE y el león que enseña la uña


Grupo de lectura de EL QUIJOTE

En la lectura de el presente capítulo, no tuve más remedio que reírme ante la escena del requesón "chorreando" a lo largo de la cara de nuestro Don Alonso...tampoco tuvo mucha culpa Sancho...no había bolsas para guardarlo... !Que bien le ha venido al escudero las influencias de los encantamientos, le funcionan a las mil maravillas! esperemos que no le venga al dedillo aquello de "tanto fue el cántaro a la fuente que al final....se va a llevar un estacazo"...

Y mira por donde, la aventura podría haber quedado en desgracia, porque el gatito que debía de ser tremendo (por la uña se conoce al león) no tenía hambre o si? Dice que llevaba días sin comer.....y se dio la vuelta, lo más seguro es que lo hizo no por falta de ganas de dar una dentada...es que además de cansado y ver el estado famélico de nuestro enlatado héroe...desistió... pues observó que de donde no había no se podía sacar...

Personalmente me llama la atención dos cosas, de un lado la animosidad que toma don Alonso que hasta intenta cambiarse el sobrenombre por el de Caballero de los Leones y de otra la mención a Don Manuel de León que fue un caballero de la corte de los Reyes Católicos de que se dice que entró en una jaula de leones para recoger el guante de su dama.

Esto es parte de una colección de romances antiguos, de donde extraída la aventura:

"el valor e intrepidez de Don Manuel de León le han hecho famoso entre los poetas españoles, De él se refiere, que reunida la corte de los Reyes Católicos para ver dos leones que habían traído de África, cayó el guante de una dama dentro del encierro de las fieras, y Don Manuel lo saco de en medio de ellas.

Mira aquel obediente enamorado
Don Manuel de León, tan escogido
Que entre los fieros leones rodeado
Cobra un guante a su dama allí perdido"



Lo bueno de la historia del león es que nuestro Don Quijote sale más fortalecido, de su locura, de su heroísmo, de la admiración de los de su entorno..


11 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

¡Se me olvidó el detalle de Don Manuel de León! Simpático el romance. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto, cómo juega Cervantes al contraste entre la risa y el riesgo. En cuanto Don Manuel del León, no sé bien si calificarlo de valiente o tonto...

pancho dijo...

DQ en estado de gracia, ni los leones hambrientos le atacan.

La estirpe de los caballeros tan caballerosos se extinguió con la llegada de la igualdad de género.

Yo también me hago la pregunta de Merche ¿Para qué querrían los reyes los leones?

Parece que tus cromos son conocidos en Internet. Encontré los mismos leones fisgando por la red, esperemos que de allí no salten a enseñarnos las uñas.
Un abrazo

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Estupendo.

Fantastico el detalle de D. Manuel de León.

En cuanto a los requesones...jajaj, me encantó ese detalle, reconozco que de imaginarme la escena me troncho.

Un abrazo..!

Alatriste dijo...

Un león que lleva días sin comer pero que no se acerca a nuestro Quijote para degustarlo; y yo me pregunto: - ¿no habría que alabar más el valor del requesón que tal vez gracias a su olor habría echado para atrás a nuestra terrible fiera? :D da que pensar.

Por cierto buen apunte el del romance, un saludo.

Antonio Aguilera dijo...

Manolo, vine de relamerme la calva, pues finalmente el Osuna me estrelló el requesón en la testa despoblada. Me hizo mucha gracia tu comentario.

Sancho ya aprendió el truquillo de echarle la culpa de todo a los encantadores, aunque esta vez lo tenía más fácil, como Sancho refiere: con lo que le gusta el requesón lo pondría antes en su estómago...normal.

Muy buena tu imagen de la uña del león, por la uña se conoce al león: leí en alguna parte eso de "por sus obras los conoceréis"; sería en el seminario jajaja.

No conocía la historia de don Manuel de León, por mi el guante se lo hubiera comido el león; ya tengo una de uñas largas en casa...

Martine dijo...

¡Ponga un encantador en su vida!
será la manera de poder echarle la culpa de nuestros fallos..

Maravillosamente narrado e ilustrado tu Post, Manuel.. Y este requesón hará historial,por tantos cráneos por donde pasa..

Un beso.

Malena dijo...

Me imagino al león pensando en las posibilidades que le ofrecía el "manjar" y dándose la vuelta decepcionado.

Gracias por este nuevo capítulo.

Un beso, Tucci.

Myriam dijo...

MANUEL; es que éste león, me contaron, era atendido cada quince dias por una muy buena manicurista.

Y sobre el Manuel ese Leonino, bueno... me parece masoquista y como dice aquí PEDRO, "Tonto" por no decir estúpido que fué lo que pensé.
Todavía eso de " Mi Reino por un caballo" pero mi brazo por una dama?

Saluditos desde Argentina

Abejita de la Vega dijo...

No conocía el romance de tu tocayo,lo que no sabemos es cómo reaccionó la dama.¡Igual se enfadó!
El león no atacó porque, como tú dices, no había donde sacar. Si se llega a acercar Sancho...No le apetecía al animalito roer huesos.
Sigo tu entrega de imágenes.
Un abrazo

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

El de León o era un romántico loco o es que era rematadamnte idiota. Y en cuanto al León, pues seguro que se dio la vuelta porque era consciente de la poca chicha de Don Quijote...saludos a todos