
Bonito canto a la libertad... hace Don Quijote nada más empezar el capítulo 58, es como si anhelase alejarse de estos lares hace tiempo... sin duda fue consciente en todo momento del escarnio a que estaba sometido... y de golpe un capítulo que no se quién dijo que era un ladrillo, mas que esto es un cúmulo de situaciones que pone de manifiesto incluso, para mí que Cervantes tiene necesidad de borrar lo anterior y tomar el camino definitivo que lleve al desenlace de la historia.
Curioso es sin duda el encuentro con cuatro santos caballeros andantes divinos, que sirve por otro lado para justificar a don Quijote su andanza caballeresca... y que lección de conocimiento de la historia de la santería cristiana, que de nuevo deja atónito y a la vez orgulloso a Sancho de la "sapiencia" de su amo... y encima se las promete felices, pues no han salido ni apaleados ni tirados por los suelos en esta historia, que poco se imagina el pobre el final del capítulo.!!!!.
La parte simpática del capítulo : el platonismo de Altisidora y Quijote....ni se explica Sancho como "tamaña" moza puede haber prendado de semejante "vejestorio" ( no lo dice, pero lo deja caer) y la inteligente salida de Don Alonso....con la historia de la belleza corporal y la espiritual...Ay!!! quien hubiese podido !!! (pensaría el de la triste figura)...
En estas estaban y encuentran a dos bellezones, por la reacción de ambos, que encima conocen de ellos sus peripecias... y como no?...si vuelven a la normalidad ¿como no terminar por los suelos y molidos? y es que Don Quijote lleno de entusiasmo de haberse puesto de nuevo su rol de caballero no se le ocurre más que enfrentarse con toda una vacada (quién sabe si venían o iban a San Fermín) y como no podía ser de otra forma: los toros pasaron por encima de nuestros héroes... al menos la historia fue cierta y no fingida...
Curioso es sin duda el encuentro con cuatro santos caballeros andantes divinos, que sirve por otro lado para justificar a don Quijote su andanza caballeresca... y que lección de conocimiento de la historia de la santería cristiana, que de nuevo deja atónito y a la vez orgulloso a Sancho de la "sapiencia" de su amo... y encima se las promete felices, pues no han salido ni apaleados ni tirados por los suelos en esta historia, que poco se imagina el pobre el final del capítulo.!!!!.
La parte simpática del capítulo : el platonismo de Altisidora y Quijote....ni se explica Sancho como "tamaña" moza puede haber prendado de semejante "vejestorio" ( no lo dice, pero lo deja caer) y la inteligente salida de Don Alonso....con la historia de la belleza corporal y la espiritual...Ay!!! quien hubiese podido !!! (pensaría el de la triste figura)...
En estas estaban y encuentran a dos bellezones, por la reacción de ambos, que encima conocen de ellos sus peripecias... y como no?...si vuelven a la normalidad ¿como no terminar por los suelos y molidos? y es que Don Quijote lleno de entusiasmo de haberse puesto de nuevo su rol de caballero no se le ocurre más que enfrentarse con toda una vacada (quién sabe si venían o iban a San Fermín) y como no podía ser de otra forma: los toros pasaron por encima de nuestros héroes... al menos la historia fue cierta y no fingida...