A pesar de que conocía el episodio del pasaje lujurioso de Rocinante, me tocó la curiosidad de saber la procedencia de los yangüeses, y por supuesto el topónimo corresponde al municipio de Yanguas (Soria) y mira por donde mi interés por los topónimos hace que me encuentre con un documento correspondiente a un ensayo de Diego Valdecantos (click y éste es el original), referente a la aparición de estos personajes en la Obra de Don Miguel.
No es muy largo el ensayo, pero si me pareció suficientemente interesante para dar unas pinceladas a mi contribución a la lectura colectiva sobre el Capítulo XV.
Dos ideas expone fundamentales:
- - La vuelta a la rutina de la locura de Don Alonso.
- - El porqué de los yangüeses en la obra.
.- A Cervantes le interesa romper con las desventuras de Crisóstomo, para volver a la guía original de la obra: las aventuras de Don Alonso, y tras prohibir a los presentes al funeral seguir a Marcela, lo hace él, pero se pierde y da paso al episodio en el que vuelve a ser un pobre apaleado por mor de la libidinosidad de su caballo. Lo mismo es el recurso que el autor tiene para abandonar por el momento el pasaje pastoril y volver a la aventura caballeresca.
.- La otra idea que Valdecantos sugiere es ¿Por qué la aparición los yangüeses (tan lejos de su tierra, -la aventura global parece que transcurre entre la Mancha y Sierra Morena-) y no la de algún personaje castellano? La respuesta es fácil, Yanguas estaba exento por el rey Alfonso XI (1347) de pagar tributos al pasar por ciertas ciudades, y los yangüeses como arrieros (transportistas en su época) por este privilegio abaratarían los costes del transporte –seguramente madera para construir barcos – hasta Sevilla; y como Cervantes fue recaudador de impuestos en el sur, de seguro que conocía la actividad de estos arrieros y trajineros.
No me alargo más, que luego no lo leéis.
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